Domingo de la Tierra

Introducción

La Tierra se refiere al frágil planeta verde-azul, la colección de polvo de estrellas en el sistema solar que ahora llamamos nuestro hogar. La Tierra también es el campo que esta lleno con la gloria de Dios, la presencia viva de Dios que apareció en el Sinai y en el tabernáculo y que ahora impregna la Tierra misma (Isaías 6:3). Esa misma gloria esta revelada en Jesús, la palabra hecha carne desde la Tierra y nacida en el planetaTierra (Juan 1:14).

Entorno

Para capturar la esencia de la Tierra como nuestro planeta hogar, un modelo de la Tierra o el sistema solar pueden ser construidos en el santuario. Es útil enfatizar el carácter especial de la Tierra como un planeta vivo en comparación con otros planetas, cometas, o inclusive estrellas. Los niños pueden ser símbolos o pueden cargar símbolos de los varios planetas reflejando el contraste entre otros planetas y el planeta Tierra. O pueden estar vestidos como astronautas viendo la Tierra desde el espacio. Los científicos y artistas en la comunidad pueden ayudar en conceptualizar la Tierra como un planeta vivo. La Tierra puede ser un gran globo suspendido del altar.

Foco Especial

Un foco especial para este servicio es la naturaleza única de nuestro planeta, el increíble misterio de la vida en nuestro planeta y el vinculo que tenemos con la Tierra como nuestra preciosa casa.

Temas

En nuestro llamado a la adoración invitamos a todos los ámbitos de la Tierra a alabar con nosotros. En nuestra confesión, recordamos como nos hemos vuelto alienados con la Tierra y la hemos amenazado como un recurso interminable para ser explotado. En las lecturas, descubrimos la historia del origen de la Tierra en el Génesis Uno, como la palabra continua siendo un impulso que crea en la Tierra, y la increíble verdad que la palabra nace de la carne y sangre en la Tierra. La Tierra es donde Dios nace, hecha de la materia de la Tierra, un mensaje reflejado en la afirmación de la Fe.

Canciones

Primer Domingo en la Epoca de la Creación

Domingo del Planeta Tierra

Alabamos con nuestro planeta Tierra

REUNIENDONOS EN NOMBRE DE DIOS

Este Domingo adoramos con y en el planeta Tierra. La iglesia puede reflejar la presencia de la Tierra como un planeta vivo en el sistema solar con símbolos o piezas de artes.

Un salmo, himno, o himno nacional puede ser cantado cuando los ministros que presiden entre o después del saludo.

Una Invocación, tal como la que sigue, puede ser dicha antes o después del saludo.

En el nombre de Dios, quien crea planetas,

El nombre de Cristo, nacido en la Tierra,

Y el nombre del Espíritu, que cubre nuestro planeta. Amén.

Santo! Santo! Santo! La Tierra esta llena con la presencia de Dios.

El Saludo. El ministro que preside Saluda a la gente en estas o otras palabras apropiadas.

Que el Señor este con ustedes.

Y con tu espíritu.

Estas o respuestas parecidas son usadas.

Cristo, nos reunimos en tu nombre

para alabar en este santuario llamado Tierra,

un planeta lleno de tu presencia,

temblando en los bosques,

vibrando en la tierra,

pulsando en la selva,

brillando en los ríos.

Dios, revélate ante nosotros en este lugar

y muéstranos tu rostro en toda la creación.

Santo! Santo! Santo! La Tierra esta llena con tu presencia.

Una Invitación. El ministro o miembros de la congregación pueden invitar ámbitos del planeta para adorar en estas u otras palabras similares.

El planeta Tierra, dando vueltas silenciosamente a través del espacio:

Cebra tu belleza y tu gracia,

tu lugar especial en nuestro sistema solar,

el planeta Tierra, reluciente verde y azul:

Regocíjense en las corrientes del océano,

a medida que danzan y se arremolinan con esperanza.

El planeta Tierra, pulsando con la vida:

Unete en oración con toda tu flora y fauna

mientras cantan sus cantos al Señor.

Planeta Tierra, envuelto en el aliento de Dios:

Bendice a todas tus criaturas este día

con el aliento dador de vida de Dios.

Planeta Tierra, nuestro precioso y frágil hogar:

Celebra, con todos tus niños,

la presencia de Dios en nuestro planeta.

Celebramos el canto del planeta!

Canta, planeta Tierra, canta!

Los invitamos a nombrar otros ámbitos del planeta para que se nos unan en alabanza.

Los nombres de otras criaturas o áreas del planeta puedes ser añadidos por miembros de la congregación.

Celebramos el canto del planeta!

Canta, planeta Tierra, canta!

Un himno o canción puede seguir que celebre la creación, especialmente nuestro planeta. Los niños u otros miembros de la congregación pueden entrar a la iglesia cargando símbolos de nuestro sistema solar. Pancartas y representaciones del planeta en el espacio también pueden ser usadas.

CONFESION Y ABSOLUCION

Un recordar. Una pieza pequeña de romero, una hoja, o algún otro símbolo de recuerdo puede ser dado a cada persona como recordatorio de nuestra conexión pasada con la creación.

Mientras frotamos este símbolo en nuestras manos recordamos nuestro asombro cuando vimos por primera vez la Tierra como un planeta verde-azul dando vueltas en el espacio.

Oh Dios, te damos gracias por nuestro planeta.

Recordamos y confesamos como hemos violado y contaminado nuestro planeta jardín.

Cristo, nacido en la Tierra, escucha nuestro llanto.

Una confesión. Las personas pueden caminar a través de la iglesia rociando sprays de lata (no dañinos) que representen una de las maneras en las que hemos contaminado la atmósfera, produciendo efectos invernaderos y calentamiento global. Un velo verde puede ser colocado sobre un símbolo del planeta Tierra suspendido en el santuario.

Señor, hemos tratado a nuestro planeta como algo desechable, como una piscina de recursos inagotables, como un simple lugar de paso en nuestro camino al cielo.

Cristo, nacido en nuestra Tierra,

hemos convertido nuestra avaricia en calentamiento global.

Lo sentimos. Lo sentimos.

La Absolución. La gente se puede sentar en silencio o pueden nombrar en voz alta pecados contra la tierra. El ministro que preside declara la absolución.

Cristo escucha tú confesión y perdona tus pecados en contra del planeta.

Cristo, enséñanos a amar la Tierra como nuestro hogar

y el planeta como un santuario precioso.

Yo hablo por Cristo:

Te invito a celebrar la Tierra como tu hogar

y de reverenciar este planeta como el santuario de Dios.

Shalom! Shalom! La Tierra es nuestro hogar!

El Cristo Ten Piedad. El ministro puede sumar el Cristo Ten Piedad (Kyrie Eleison).

A medida que venimos a casa a la Tierra,

Cristo, ten piedad.

A medida que buscamos amar nuestro hogar,

Cristo, ten piedad.

A medida que buscamos cuidar nuestro planeta,

Cristo, ten piedad.

El Gloria In Excelsis, un himno apropiado o alabanza o la siguiente invocación puede ser dicha o cantada.

Gloria a Dios en las alturas!

Y en la Tierra paz para toda la creación!

La Ofrenda del Día. El ministro que preside puede decir:

Oremos.

Dios, nuestro Creador, mientras reflexionamos en el misterio de nuestro frágil planeta, celebramos las maravillas de la Tierra como nuestro hogar. Ayúdanos a discernir cómo hemos contaminado nuestro planeta y muéstranos cómo identificarnos con el gemir de la creación. Enséñanos a sentir la presencia de Dios pulsando a través de la Tierra como un santuario viviente verde-azul. Enséñanos a amar la Tierra como nuestra casa, en el nombre de Cristo, Palabra de Dios, que es el impulso creativo de toda la creación. Amén.

EL MINISTERIO DE LA PALABRA

Todos pueden sentarse por las primeras tres lecturas del Primer Domingo de la Creación y levantarse para el Evangelio. Después de cada lectura, el lector puede decir:

Palabra de Dios.

Te alabamos Señor.

Una lectura del Génesis 1:1-15

‘En nacimiento de la Tierra’ – Dios crea el universo físico. El personaje central en el Génesis Uno es la historia de la Tierra. La Tierra espera debajo de las aguas abajo y, a la llamada de Dios, la Tierra emerge de las aguas como un niño al nacer y luego, al mandato de Dios, surge toda la flora y fauna de nuestro planeta.

Salmo 33:1-9

‘La Palabra del Señor en la creación’ – El Salmista nos llama a todos nosotros, la Tierra y todos sus habitantes, para alabar a Dios con canción e instrumentos musicales por lo que la palabra de Dios ha hecho. La Palabra es el medio por el cual Dios crea los cielos, la Tierra, y todos los mares.

Una lectura del Epístola a los Romanos 1:18-23

‘La creación proclama la presencia de Dios’ – San Pablo declara que la gente no tiene excusa para pensar que Dios no es real o que no está realmente presente. Observa la creación! Ella revela el poder eterno de Dios y la naturaleza divina.

El Evangelio de nuestro Señor Jesucristo de acuerdo a Juan 1:1-14

‘La Palabra se vuelve parte de la Tierra’ – La Palabra, que está ante todas las cosas y es Dios, es la fuente de toda la creación. Y esa Palabra se vuelve carne y sangre, la misma materia de la creación. La Palabra de la vida se vuelve parte del planeta vivo llamado Tierra.

Un charla para los niños/as: Puede contarse una historia sobre el planeta tierra. Un himno o cántico infantil puede ser cantado.

La Afirmación de la Fe. El Credo de los Apóstoles o el Credo Niceno puede ser recitado aquí o después del sermón, o ésta afirmación de fe puede ser usada.

Dios crea todas las cosas,

renueva todas las cosas, y celebra todas las cosas.

En esto creemos.

La Tierra es un santuario,

un planeta sagrado lleno con la presencia de Dios,

un hogar para que lo compartamos con nuestros familiares y amigos.

En esto creemos.

Dios se convirtió en carne y sangre,

una parte de la Tierra,

un ser humano llamado Jesucristo,

que vivió y respiró y habló entre nosotros,

sufrió y murió en la cruz

por todos los seres humanos y por toda la creación.

En esto creemos.

El Jesús resucitado

es el Cristo en el centro de la creación,

reconciliando todas las cosas para Dios,

renovando toda la creación y llenando el cosmos.

En esto creemos.

El Espíritu Santo renueva la vida en la creación,

gime en solidaridad con una creación que sufre,

y espera con nosotros por el renacimiento de la creación.

En esto creemos.

Creemos que con Cristo nos levantaremos

y con Cristo celebraremos una nueva creación.

Un Sermón. Esto puede ser seguido por un tiempo de reflexión de la congregación que envuelva preguntas y discusión y mutuo estímulo. El sermón puede ser seguido por un himno que refleje el mensaje del sermón.

LAS ORACIONES DEL PUEBLO

Las Oraciones. Uno o más miembros de la congregación pueden conducir a la gente en oración. Las oraciones concluyen con la siguiente oración o alguna otra oración que sea apropiada.

Jesucristo, enséñanos a ser uno con la Tierra. Haz nuestros espíritus sensibles al llanto de la creación, llantos por justicia de los mares, los cielos y la tierra. Jesucristo, haz nuestras almas sensibles a los cantos de nuestra gente, cantos de celebración del mar, de la tierra, y del aire. Cristo, enséñanos a cuidar nuestro planeta. Amén.

Un himno o canción puede ser cantado.

EL SALUDO DE LA PAZ

Cristo nos ha reconciliado con Dios en un cuerpo por la cruz.

Nos reunimos en el nombre de Cristo y compartimos la paz de Dios.

Que la Paz de el Señor esté siempre con ustedes.

Y con tu espíritu.

El Saludo de la Paz puede ser compartido por la gente, después del cual los regalos de la gente son traídos a la mesa del Señor. Pueden ser representados en silencio, o con una oración apropiada, como la siguiente.

Dios, nuestro Creador, a través de tu amor nos has dado estos regalos para compartir. Acepta nuestra ofrendas como una expresión de nuestro profundo agradecimiento y como símbolos de nuestra preocupación por aquellos en necesidad, incluyendo a nuestras criaturas del planeta Tierra.

Con toda la creación alabamos a nuestra creación.

LA GRAN ACCION DE GRACIAS

Una Oración de Acción de Gracias. El ministro que preside toma el pan y el vino para la comunión, los coloca en la mesa del Señor, y dice la siguiente u otra Oración de Acción de Gracias.

Que el Creador esté con ustedes y con toda la creación.

Y con tu espíritu.

Abran sus corazones.

Las abrimos a nuestro Creador.

Demos gracias al Fabricante del cielo y la Tierra.

Está bien unirnos a la creación para agradecer a Dios.

Está bien darte gracias, amado Creador. Tu palabra es el impulso para que todas las cosas sean, para que el espacio, las estrellas, y el polvo de estrellas aparezcan, para que la Tierra emerja de las profundidades, para que la vida nazca en la Tierra, y para que los humanos nazcan de la Tierra y del Espíritu.

Tu Espíritu es el impulso de vida de todas las cosas, renovando el baldío y sanando al herido, gimiendo en anticipo de una nueva creación, conmoviendo una nueva vida nacida del agua y del Espíritu.

Decides nacer como un ser humano, volverte parte de la Tierra, sufrir, morir, y resucitar de la muerte – para redimir a la raza humana, para renovar la creación, y para afirmar todo lo nacido de la Tierra y del Espíritu.

Tu presencia es el impulso vivo de todas las cosas, el Cristo profundamente dentro de nosotros, llenando la Tierra – tierra, mar, y aire – llenando cada elemento y lugar, llenando el grano y la uva que compartimos contigo en éste día.

Por lo tanto, con los ángeles y los arcángeles, con las voces antiguas en el bosque, con las altas voces del cielo, con las profundas voces del mar, y con la compañía de la creación, proclamamos tu presencia entre nosotros.

Santo, santo, sango, Dios de toda la vida,

la Tierra y el mar y el cielo están llenos de tu presencia

y glorifican tu nombre. Amén.

La Consagración. El/la ministro que preside dice una oración autorizada de consagración , palabras de la institución, o cualquier otra oración apropiada.

El Padre Nuestro, si no se ha usado todavía, puede ser dicho aquí o después de la Comunión.

PARTIENDO EL PAN Y LA COMUNION

La Invitación. El ministro que preside parte el pan. La siguiente invitación puede ser dicha:

Vengan, porque todas las cosas ya están listas.

Vengan a la mesa a compartir con todos los necesitados:

El regalo de sanar a aquellos que sufren,

el regalo de perdonar a aquellos que pecan,

el regalo de asegurar a aquellos en duda,

y el regalo de la esperanza para aquellos en lágrimas.

Que nosotros que compartimos estos regalos

compartamos a Cristo unos con los otros

y con toda nuestra gente.

Durante la comunión, varios salmos, himnos, o himnos nacionales pueden ser cantados, incluyendo el siguiente:

Cordero de Dios, que quitas el pecado contra Dios,

ten piedad de nosotros.

Cordero de Dios, que quitas el pecado contra la Tierra,

ten piedad de nosotros.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,

recibe nuestra oración.

La Distribución. La gente recibe la Sagrada Comunión. Mientras regresan a sus asientos, pueden encender una vela en memoria de seres queridos que fallecieron o de su gente en el planeta que se ha extinguido.

EL ENVIO DEL PUEBLO DE DIOS

El/la ministro que preside dice:

Demos gracias por estos alimentos.

Te damos gracias, Cristo, por el alimenta que celebramos contigo, y oramos para que a través de tu cuerpo y sangre podamos ser sanados y nos convirtamos en agentes de sanación para la Tierra. Amén.

La Comisión. Miembros del equipo de ministerio de la Tierra pueden anunciar planes prácticos para el cuidado de la Tierra patrocinados por la congregación. La congregación puede ser comisionada para el ministerio del planeta Tierra.

Cristo nos llama a ser sus discípulos, a servirle con amor y compasión, a servir a la Tierra cuidando a la creación, honrando el planeta que Dios ha creado para que sea nuestro hogar.

Seguiremos a nuestro Señor crucificado, escuchando los alaridos de injusticia de la Tierra y el gemido de la creación.

Seguiremos al Cristo resucitado para volvernos socios en curar a nuestro planeta.

Cuidaremos a la creación, nutriendo a nuestro planeta y celebrando la vida.

Un himno de alabanza puede ser cantado aquí o después de la despedida. El Planeta Tierra se nos une en agradecimiento a Dios, como dice el salmista: ‘Alégrense los cielos y gócese la tierra; brame el mar y su plenitud’ Salmo 96:11.

La Bendición. E/lal ministro que preside dice ésta u otra bendición apropiada:

Ahora que el poder penetrante del cuerpo y la sangre de Jesucristo lleguen profundamente a tu corazón, tu mente, y tu cuerpo para sanar las heridas, y a través de ti, traiga poder a la Tierra, en nombre de Jesús.

Amén.

ó

Que el Espíritu de Dios, que está sobre todo y en todo y a través de todo, los llene con el conocimiento de la presencia de Dios en la Tierra y con el pulsar de Cristo en la creación,

A través de quien todas las cosas son reconciliadas y renovadas.

Amén.

El/la ministro que preside u otra persona puede decir:

Vayan en paz,

sirviendo a Cristo y amando a la Tierra!

Nos vamos en paz, sirviendo a Cristo y amando la Tierra.