Queridos colegas y colegos:
Este es un cuento navideño que encontré en internet y le hice unos arreglitos y creo que puede servir como ilustración. Rev. Uriel Ramirez, IPV, Venezuela.
CUENTO:
El Ángel Gabriel, cuando ya estaba por nacer el niño Dios, pensó que había que invitar al menos a algunos animales para cuando éste naciera, ya que él sabía que aparte de los pobres pastores, los demás seres humanos, sobre todo los más ricos y poderosos no querían estar con él. La noticia se regó por todas partes, y los animales hicieron fila para presentarse. Primero llegó el León, y dijo:
"Yo puedo estar, porque soy el Rey de la Selva!. Además, puedo servir de mucho a Jesús, ya que si alguien quiere atacarlo, yo lo destrozo!".
!Uy, No!... pensó el Ángel, este no sirve. Este es DEMASIADO VIOLENTO...
Siguió el Zorro y dijo:
"Yo puedo estar, y puedo ser de mucha ayuda, porque como zorro que soy, puedo ir cada noche a un gallinero y robar una gallina para que la Sagrada Familia tenga siempre qué comer!"...
Uy, No! ... pensó el Ángel, este es DEMASIADO LADRÓN...
Siguió el Pavo Real, que dijo:
"Yo puedo estar, y desplegando mis plumas puedo adornar el Pesebre, y así estará más elegante que un Palacio!".
Oh, No! ... pensó el Ángel, este es DEMASIADO ORGULLOSO...
Y así, pasaron muchos animales que fueron descartados una y otra vez.
Sólo quedaban en el campo un buey y un burro, que hasta el momento no se habían atrevido a abrir la boca porque segúramente estaban acostumbrados a ser maltratados y despreciados todo el tiempo. El Ángel se les acercó y les preguntó:
"Y a ustedes, ¿les interesa estar en el pesebre? Y si así es, ¿qué les gustaría hacer?" Ellos dijeron:
"Sí, nosotros sí queremos entrar al pesebre, porque Jesús nos hará sentir libres y valorados. Nosotros podemos mover nuestras colas y con eso espantar las moscas, para que no molesten al niño Dios!"...
"Ah, estos, sí!" - dijo el Ángel - "porque estos son mansos y humildes!"
Autor Desconocido